Es necesario reactivar el movimiento euskaltzale para que el euskara sea oficial en toda Navarra

15/12/2025 Por

Hace 39 años, el 15 de diciembre de 1986, el Parlamento de Navarra aprobó la Ley Foral 18/1986 del Vascuence. Una ley segregadora que limita la oficialidad del euskara a una pequeña parte del territorio, negando derechos básicos y generando desigualdad a miles de personas.

Hoy, en la concentración frente al Parlamento de Navarra, Euskalgintzaren Kontseilua ha pedido a las fuerzas políticas que aprovechen el debate en torno al Amejoramiento del Fuero para otorgar al euskara un estatus de igualdad en toda Navarra. Asimismo, ha llamado a todos los euskaltzales a realizar una demostración de fuerza el 27 de diciembre, en el acto que se celebrará en Bilbao. Toda la información sobre el acto puede encontrarse en la web www.pizkundea.eus.


DECLARACIÓN DEL 39.º ANIVERSARIO DE LA LEY DEL EUSKARA DE NAVARRA

En noviembre del año pasado, las entidades que nos reunimos en Euskalgintzaren Kontseilua nos vimos obligadas a afirmar que el euskara y la comunidad euskaldun nos encontramos en una situación de emergencia lingüística. Nos gustaría decir con alegría que el proceso de normalización y revitalización del euskara avanza con firmeza. Pero, por desgracia, los datos y tendencias sociolingüísticas, las carencias que tenemos –y que se van acumulando– en el estatus político y jurídico, y los nuevos retos que los acelerados cambios sociales han traido, nos advierten de que el futuro del euskara está en juego. Nadie niega los avances de las últimas décadas, pero si no se da pronto un cambio en las políticas lingüísticas a favor del euskara, el riesgo de retroceso es grande.

En Navarra ese peligro es evidente. Las últimas proyecciones realizadas por el grupo de investigaciones sociologicas SIADECO para la Mancomunidad de Municipios Vascoparlantes´(UEMA), han aportado numerosos motivos de preocupación. Una de las previsiones más destacables es que, si no cambia el rumbo de las políticas lingüísticas, se detenga el crecimiento del número de euskaldunes producido desde 1991 hasta la actualidad. Incluso podría comenzar a producirse una pérdida de hablantes, tanto en términos relativos como absolutos. Y ve cercano el riesgo de pasar de una fase de fortalecimiento a una fase de pérdida. Pero el matiz es importante: todo esto ocurrirá si no empiezan a aplicarse unas políticas lingüísticas sólidas a favor del euskara.

Y, sin duda, en Navarra, en la mayor parte del territorio, la negación de la oficialidad del euskara constituye un obstáculo fundamental para desarrollar políticas lingüísticas adecuadas. Porque la oficialidad no es una palabra vacía ni un simple eslogan. La oficialidad es el mínimo reconocimiento de la identidad de una lengua —y, sobre todo, de una comunidad de hablantes—; es ofrecer una mínima oportunidad de igualdad. Y, por supuesto, es la base que permite aplicar de forma segura y sostenible políticas públicas y lingüísticas que posibiliten a una lengua y a una comunidad de hablantes en situación de minorización avanzar hacia la normalización y la igualdad.

Asimismo, que el euskara sea oficial en toda Navarra supone corregir la situación de desigualdad y segregación existente entre la ciudadanía navarra. Ese es precisamente el doble perjuicio de la Ley del Euskara aprobada hace hoy 39 años: por un lado, miles de navarros y navarras que articulan su vida en euskara ven vulnerados y negados sus derechos lingüísticos en su día a día. Y, por otro, a miles de navarros y navarras se les niega la posibilidad de acercarse al euskara, lengua propia de Navarra, y se les niega su conocimiento y el contacto con ella. La suma de ambas realidades provoca que la brecha social impuesta por la propia zonificación sea cada vez mayor, ya que la zonificación produce y refuerza más zonificación.

Dicho de otro modo, la Ley del Euskara actualmente en vigor es segregadora. En cambio, extender la oficialidad del euskara a toda Navarra es un paso a favor de la cohesión social; un avance en justicia social, convivencia, libertad y, en última instancia, en democratización.

Como hemos señalado al inicio, hace un año Euskalgintzaren Kontseilua se vio obligada a declarar que el euskara y la comunidad de hablantes estamos en situación de emergencia. Pero ya entonces dijimos que no se trataba de un llamamiento al desánimo ni a la resignación. Al contrario, era una llamada a iniciar un nuevo ciclo de fortalecimiento. A dar al euskara una nueva revitalización.

Para que esto se produzca en Navarra y, sobre todo, para que tenga una duración prolongada, es imprescindible que el euskara alcance la oficialidad en todo el territorio. Esa es la garantía mínima para desarrollar políticas lingüísticas que eviten el retroceso. Por ello, hacemos un llamamiento a las fuerzas políticas para que aprovechen el debate en torno al Amejoramiento del Fuero y otorguen al euskara un estatus de igualdad en toda Navarra. En otras muchas cuestiones que parecían imposibles ha sido posible el cambio, han sido posibles nuevas mayorías. Si la sociedad navarra quiere avanzar en cohesión, justicia, convivencia y democratización, también en la cuestión lingüística debe darse ese paso.

Que el 15 de diciembre de 2026 sea, por tanto, no el 40 aniversario de la zonificación, sino el día en que celebremos que el euskara es oficial en toda Navarra. Un paso profundo hacia la revitalización. En ello trabajaremos, entre otras cosas, quienes integramos Euskalgintzaren Kontseilua, uniendo e impulsando la fuerza social a favor del euskara, y dando a conocer su importancia no solo para la supervivencia de una lengua, sino para profundizar en la cohesión social y la justicia social. Y para que eso sea posible necesitaremos la iniciativa y el impulso de miles de euskaltzales, para volver a situar el euskara en primera línea y fortalecer el compromiso activo de la sociedad.

Ya tenemos una primera cita: el 27 de diciembre en Miribilla, en Bilbao, para mostrar la unidad y la fuerza de las personas euskaltzales, para reivindicar que el euskara es responsabilidad de todas y todos, y para exigir cambios en las políticas lingüísticas.

El 27 de diciembre, reunámonos todas las y los euskaltzales para impulsar que el euskara sea oficial en toda Navarra, para convertir un posible retroceso en un nuevo impulso, para exigir políticas lingüísticas firmes y para dar al euskara un nuevo Pizkunde. ¡Es nuestro momento!

Iruñea-Pamplona, 15 de diciembre de 2025