Kontseilua denuncia que la Unión Europea ha decidido negar la oficialidad del euskara

27/05/2025 Por

Hoy, el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea ha rechazado votar la propuesta para reconocer el euskara, el catalán y el gallego como lenguas oficiales. Euskalgintzaren Kontseilua, organización que reúne a los principales agentes sociales a favor del euskara, ha lamentado la decisión y ha señalado que se ha perdido una oportunidad para avanzar en la normalización y revitalización de las lenguas minorizadas. En este sentido, ha reafirmado su compromiso de seguir trabajando hasta lograr la oficialidad, y ha instado a estados, administraciones, partidos políticos y demás agentes a multiplicar sus esfuerzos.

Razones políticas detrás de los argumentos “técnicos”

Según Euskalgintzaren Kontseilua, las razones “técnicas” esgrimidas contra el reconocimiento oficial del euskara, catalán y gallego responden más a obstáculos y argumentos políticos que a verdaderas imposibilidades técnicas. Al fin y al cabo, uno de los fundamentos de la política es decidir cómo distribuir los recursos económicos y de otro tipo para lograr fines legítimos. Reconocer la oficialidad del euskara, el catalán y el gallego abriría el camino para hacer lo mismo con otras lenguas minorizadas en Europa. En esencia, se trataría de avanzar en la igualdad, la cohesión, la justicia social y la convivencia. Oponer razones “técnicas” a estos valores es, en sí mismo, una decisión política.

Prueba clara de ello son las declaraciones y maniobras políticas del Partido Popular español en las últimas semanas, presionando a gobiernos de derechas y extrema derecha en Europa para que obstaculicen la votación. Euskalgintzaren Kontseilua ha denunciado con firmeza la actitud euskarafóbica y reaccionaria de este partido.

De haberse aprobado la oficialidad de las tres lenguas minorizadas, se habría dado un paso importante en su proceso de normalización y revitalización. Esto permitiría, por ejemplo, que etiquetas de productos, prospectos de medicamentos, o anuncios y comunicaciones oficiales también se ofrecieran en euskara; posibilitaría impulsar proyectos en euskara dentro de los distintos programas europeos de educación y cultura, fomentando así su enseñanza; o permitiría que las relaciones entre distintas administraciones e instituciones pudieran hacerse en euskara, tanto dentro del País Vasco como con otras instituciones de la Unión Europea.

Además, desde el punto de vista político, se reforzaría la reivindicación de la oficialidad del euskara, poniendo en evidencia las contradicciones existentes en los territorios donde aún no es oficial, como gran parte de Navarra y en Iparralde. Por ejemplo, cualquier persona, institución o empresa podría dirigirse en euskara a instituciones europeas, pero no a su propio ayuntamiento.

Por otra parte, Europa tiene cada vez más influencia en las políticas lingüísticas. Actualmente existen más de 500 reglamentos y directivas en la Unión Europea que promueven y fortalecen las lenguas oficiales. La falta de oficialidad dejaría al euskara fuera de esas medidas, las actuales y las futuras. En términos prácticos, el estatus del euskara pierde valor día a día, entrando en un proceso de “desoficialización”.

Otras medidas urgentes

En este contexto europeo, Euskalgintzaren Kontseilua ha recordado que existen otras medidas prioritarias que pueden garantizar los derechos de quienes desean vivir en euskara, y que tendrán un impacto directo en su vida cotidiana. Por ejemplo, la modificación del artículo 231 de la Ley Orgánica del Poder Judicial para permitir el uso del euskara en la administración de justicia dependiente del Estado español, o la tramitación de un cambio legislativo para detener la actual ofensiva judicial.

En la misma línea, el Consejo de Ministros del Consejo de Europa ha instado en varias ocasiones al Estado español y al Gobierno de Navarra a poner fin a la zonificación lingüística y extender la oficialidad del euskara a toda la comunidad, ya que esa es la única manera de garantizar los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía navarra.