Ley de Educación: una oportunidad perdida para euskaldunizar a las futuras generaciones
Euskalgintzaren Kontseilua ha realizado la última valoración de la Ley de Educación que se votará esta semana en el Parlamento Vasco sobre la cuestión de las lenguas y la enseñanza del euskara (Euskal Herriko Ikastolak, EHIGE, HEIZE e Hik Hasi), la mayoría sindical de las y los trabajadores de la educación (ELA, LAB y STEILAS), así como los agentes del ámbito del euskara (AEK, Elkar, Euskaltzaleen Topagunea, Euskal Herrian Euskaraz, Hezten, UEU…) y representantes de la cultura vasca.
Los agentes presentes en la comparecencia han colaborado durante dos años en la elaboración de propuestas para desatar el nudo lingüístico y para la euskaldunización de las generaciones venideras. Desde que en la comparecencia del 16 de diciembre de 2021 se presentara el consenso histórico Educar en euskara, crecer en igualdad a favor de la superación de los modelos lingüísticos excluyentes y de generalización del modelo de enseñanza inclusivo que tenga como eje el euskara, todos los agentes, tanto conjuntamente como por su propio camino, han reivindicado esta petición. En octubre de 2022, por ejemplo, se presentó en la misma dirección una propuesta de ley con los artículos que debería recoger sobre el euskara.
«Esta propuesta no es en modo alguno un capricho ni una invención, sino una aportación elaborada con los agentes educativos, los sindicatos, el resto de miembros de la comunidad educativa y expertos en el ámbito educativo. De hecho, 40 años de experiencia nos ha demostrado que el sistema construido sobre los modelos no sirve para euskaldunizar en su totalidad a las generaciones futuras. Es más, se ha demostrado que son instrumentos de segregación y que niegan a miles de niños y niñas el derecho a dominar el euskara. Además de impedir la normalización del euskara, perpetúan la desigualdad y son un obstáculo para la cohesión social. 40 años de experiencia nos ha demostrado que el sistema de modelos lingüísticos no sirve para alcanzar el objetivo B2 fijado por la propia ley», ha afirmado la secretaria general de Kontseilua, Idurre Eskisabel.
En estos dos años, Kontseilua ha realizado otras muchas propuestas y enmiendas para dar respuesta a la cuestión lingüística. Lamentablemente, la última versión de la ley no ha incluido la mayoría, y aquellas recogidas también tienen una gran falta de concreción, tal y como se señaló en la valoración agridulce del proyecto de ley en abril. Entonces, Kontseilua valoró positivamente la definición del perfil de salida B2 para asegurar la competencia lingüística del alumnado, así como el reconocimiento curricular de la cultura vasca. Sin embargo, la ley no recoge las principales demandas que se han hecho en torno al euskara: que el euskara sea la lengua vehicular de enseñanza genaralizada, los mecanismos de evaluación externa de la competencia lingüística del alumnado, las horas de exposición de cada lengua, etc.
«Sabemos que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa existen diferentes realidades sociolingüísticas y, por tanto, que cada centro debe diseñar el camino a través del proyecto lingüístico para cumplir los objetivos mencionados. Y que la administración debe observar este proceso a través de una evaluación continua, centrada en dar más al euskara a quien menos tiene. Más euskara, recursos materiales y humanos», ha añadido Eskisabel.
En consecuencia, a pesar de que la incorporación del perfil de salida sea positiva, Kontseilua considera que la vía para lograr ese objetivo requiere una mayor precisión. De hecho, ha reivindicado en todo momento que la ley debe ser lo más concreta posible, para impedir posibles interpretaciones restrictivas de los tribunales o del gobierno en cada momento.
El pasado 20 de octubre, en la recta final del debate sobre la ley, los agentes aquí reunidos hicieron un llamamiento a los partidos políticos: la ley debe superar los modelos lingüísticos, que son instrumentos del pasado y están caducados, y recoger el modelo generalizado de aprendizaje en euskara. En resumen, para pedir que actuaran con responsabilidad. El pasado 20 de noviembre, Kontseilua presentó en el Parlamento Vasco las firmas de más de 20.000 ciudadanos. A través de estas firmas se pedía un modelo generalizado en euskara y que la cultura vasca sea eje del currículo escolar, fundamentalmente, más euskara en la educación.
«Pero, desgraciadamente, a pesar de todos estos esfuerzos, estamos ante una oportunidad perdida. El próximo jueves, 21 de diciembre, el Parlamento Vasco votará la nueva Ley de Educación. Desgraciadamente, se trata de una ley que quedará lejos de garantizar a las generaciones futuras el derecho a aprender y dominar el euskara. La ley no será una herramienta fuerte y sólida para incidir en la normalización del euskara. No será una herramienta para avanzar en la cohesión social y la justicia social. De nuevo, desgraciadamente, una oportunidad perdida», ha añadido la portavoz de Kontseilua.
No obstante, los agentes reunidos se han comprometido a seguir trabajando para que el sistema educativo se desarrolle en las claves de normalización y cohesión social del euskara. En palabras de Idurre Eskisabel: «Los agentes que estamos aquí nos reafirmamos en nuestro compromiso con nuestra comunidad educativa, con la normalización del euskara, con la justicia social y, sobre todo, con las generaciones venideras. Y de cara al futuro, seguiremos trabajando, a través de la elaboración de amplios acuerdos sociales, para que el sistema educativo se desarrolle con el euskara como eje en claves de normalización y cohesión social, y cuente con la protección legal necesaria».