Jóvenes euskaltzales, personas y agentes de euskalgintza denuncian la ofensiva contra el euskara y la ciudadanía euskaldun

16/03/2023 Por

Gazte Euskaltzaleen Sarea, personas y representantes del mundo del euskera han ofrecido una rueda de prensa en Donostia para denunciar los últimos ataques contra el euskera y los/las euskaldunes, y hacer un llamamiento a una respuesta popular contundente.


Hace casi un año Gazte Euskaltzaleen Sarea saltó a la plaza pública, convocando la manifestación Euskara Aurrera.

Entonces decíamos que sentíamos preocupación por la situación del euskara y de quienes queremos vivir en euskara. Considerábamos preocupantes las decisiones judiciales «en contra el euskara», la «reducida» presencia del euskara en las pantallas y la «reiterada» vulneración del derecho a estudiar en euskara. Y, desde las vivencias y la óptica de nuestra generación, vimos la necesidad de dar respuesta a esa situación.

Así, expusimos la necesidad de un nuevo impulso popular para hacerle frente a la situación, y el 21 de mayo miles de personas nos manifestamos en Donostia.

Tras aquella movilización, este año no hemos estado sin hacer nada. Con alegría e ilusión, nos hemos dedicado a extender Gazte Euskaltzaleon Sarea en pueblos, barrios y centros de enseñanza, proclamando la necesidad de que las y los jóvenes seamos agentes activos en la lucha por el derecho a vivir en euskara.

La movilización que junto con Ikama y grupos de euskara de diferentes universidades hemos convocado para el 23 de marzo a favor del euskara y del derecho a vivir en euskara es uno de los frutos de ese trabajo.

Por desgracia, sin embargo, otros sectores también se han movido y siguen moviéndose. La ofensiva política, jurídica y mediática contra quienes queremos vivir en euskara, de la que hablábamos hace casi un año, no ha cesado en todo este tiempo. Parece que su intención es sopesar hasta dónde pueden llegar sin soliviantar demasiado a la gente.

Así, durante los últimos años esa ofensiva ha golpeado duramente al euskara, tanto mediante sentencias que posibilitarán vulneraciones de los derechos lingüísticos de las y los euskaldunes como mediante discursos que justifican dichas vulneraciones. Los discursos y las actitudes euskarafobas que nuestra generación consideraba ya superadas se nos están convirtiendo en el pan de cada día.

La sentencia de Uliazpi ha traspasado todas las líneas rojas. Ha sido un ataque directo contra sus trabajadoras y trabajadores y, sobre todo, contra el derecho a vivir en euskara de las personas más vulnerables.

Pero, además de eso, también busca echar por tierra las débiles e insuficientes bases jurídicas que tenemos para llevar adelante la normalización del euskara.

Jueces y magistrados están desarrollando políticas lingüísticas reaccionarias y atacando directamente las competencias que nuestro pueblo (las generaciones anteriores) ha logrado

en materia de política lingüística. Parece que, con la Constitución en la mano, lo que quieren hacer es demostrar quién tiene la última palabra en política lingüística.

Nos quieren enseñar a martillazos hasta dónde podemos llegar y qué líneas no podemos traspasar quienes queremos vivir en euskara. Y ya no podemos seguir mirando hacia otro lado. Es hora de decir basta y plantarse ante esa injusta cruzada que están desarrollando desde los juzgados.

Cuando lanzamos la convocatoria Euskara aurrera, hicimos un llamamiento a tomar las calles para exigir de manera unitaria democracia y justicia. Está claro esta ofensiva requiere una respuesta conjunta, una respuesta popular, no solamente por parte de la juventud.

El 23 de marzo tenemos que llenar las calles en la movilización por una educación euskaldun. Jóvenes, alumnas y alumnos, profesoras y profesores, trabajadoras y trabajadores, euskaltzales, madres y padres, tú. La ofensiva que estamos viviendo durante todos estos meses la enmarcamos en el contexto de que queremos llevar adelante el euskara (Euskara Aurrera). La movilización del 23 de marzo tiene que ser una respuesta popular, porque lo que está en juego es nuestra educación, nuestro futuro y nuestros derechos.

Todo eso, sin embargo, tiene que ser sólo el siguiente paso a dar en el camino. Es imprescindible y necesario, pero tenemos claro que no es suficiente. En ese camino hay que dar más pasos. Por ello, desde aquí queremos hacer un llamamiento a los agentes sociales, sindicales, políticos e institucionales para que den pasos encaminados a responder a este ataque con toda la fuerza necesaria. Entre todas y todos, tenemos que dar una respuesta popular fuerte para defender el derecho a vivir en euskara, y tenemos que impulsar medidas progresistas para poder ejercer ese derecho.

Se depositó en nosotras y nosotros la esperanza de que fuéramos una generación que viviera en euskara. Pero nos hemos convertido en una generación que sufrimos la imposibilidad y los límites de querer vivir en euskara. Es responsabilidad de todas y de todos que las siguientes generaciones no tengan que sufrir esa imposibilidad. Sabemos que encontraremos obstáculos en ese camino, pero hemos decidido recorrerlo.

Euskara aurrera!

16 de marzo de 2023