El 2025 será el año del camino de la emergencia a una nueva revitalización

30/11/2024 Por

En vísperas del Día Internacional del Euskara, representantes de los agentes sociales que integran Euskalgintzaren Kontseilua* se han reunido en el Parque Cultural Martin Ugalde de Andoain para leer la Declaración «De la emergencia a una nueva revitalización». El 9 de noviembre, Kontseilua, con el apoyo de la Red Europea de Igualdad Lingüística, ELEN, declaró que el euskara y la comunidad de hablantes están en una situación de emergencia lingüística. En la comparecencia de hoy, las organizaciones que componen Kontseilua han reivindicado la necesidad de dar un paso adelante y pasar de la emergencia a una nueva revitalización. Para ello, han explicado que la primera tarea es situar la normalización y revitalización del euskara en el centro de la agenda política y social. Por otro lado, se han reafirmado en la responsabilidad de encauzar un acuerdo socio-político que vuelva a poner en marcha la normalización del euskara, tal como declararon tras la manifestación del 4 de noviembre del año pasado, y han afirmado que 2025 será un año importante para el euskara y para la comunidad vascoparlante. Asimismo, han anunciado que convocarán una gran movilización social para diciembre de 2025. Por último, han invitado a la ciudadanía, instituciones, autoridades y agentes políticos y sociales a formar parte de este proceso. A continuación, la declaración leída por Idurre Eskisabel Larrañaga, secretaria general de Euskalgintzaren Kontseilua.

* Euskalgintzaren Kontseilua es la organización que reúne a los principales agentes sociales a favor del euskara, entre otros, a AEK, ELKAR, Euskal Herriko Ikastolak, Berria, Euskaltzaleen Topagunea, Fundación Elhuyar, EMUN, Maizpide Barnetegia, EHIGE, IKA de Navarra y Rioja Alavesa, Gerediaga Elkartea, EEE-Asociación de Editores Vascos, EIE-Asociación de Escritores Vascos, Errigora, Fundación Jakin, UEU-Universidad Vasca de Verano, Sortzen, EHE-Euskal Herrian Euskaraz, Osasungoa Euskalduntzeko Erakundea, Karmel Aldizkaria, Hik Hasi, Hezten, Asociación Cultural Gerriko, Artez, Bertsozale Elkartea y Euskal Konfederazioa de Iparralde. Son socios observadores de Kontseilua: Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, UEMA-Mancomunidad de Municipios Vascos, Kristau Eskola y Euskal Kultur Erakundea. Además de los representantes de estos agentes, ha participado en la comparecencia la asociación LANARTEA, que agrupa a trabajadores/as de la cultura vasca.


El 9 de noviembre de 2024, Euskalgintzaren Kontseilua, con el apoyo de la Asamblea General de la Red Europea de Lenguas, ELEN, declaró en Bilbao que el euskara y la comunidad vascoparlante estamos en una situación de emergencia lingüística. No es fácil reivindicar que la situación es grave, y menos aún la propia. Pero, desgraciadamente, los indicios de que se ha interrumpido la recuperación del euskara de las últimas décadas son evidentes.

Son muchos los datos y tendencias sociolingüísticas que podemos enumerar, pero es especialmente alarmante que el uso del euskara retroceda en las zonas más vascófonas, y que en toda Euskal Herria la tendencia es que cada vez son menos los hablantes que se expresan más fácilmente en euskara que en castellano o francés. En cuanto a las cifras, sólo el 17,5% de los hablantes utilizan en el día a día tanto o más el euskara que el castellano o el francés. En otras palabras, el uso social, que es el máximo exponente de la salud de una lengua, es débil, y la tendencia general debilita aún más las prácticas lingüísticas en euskara.

Tal y como recogimos en aquella declaración, esa debilidad, por supuesto, tiene que ver con el estatus del euskara y de las personas vascoparlantes. De hecho, en un amplio ámbito de su territorio al euskara se le niega la oficialidad, el reconocimiento mínimo de su condición, la posibilidad de llevar a cabo políticas públicas de fomento. Y en las zonas donde es oficial, se están produciendo una serie de sentencias judiciales que están derribando las políticas lingüísticas a favor del euskara, en una dura ofensiva contra la normalización y la revitalización. Estas sentencias ponen en cuestión el artículo 7.2 de la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias, al considerar discriminatorias medidas que buscan proteger la lengua vasca. Esta ofensiva tiene también una dimensión política y mediática, y lamentablemente, se multiplican los discursos que vinculan el euskara y la comunidad vascoparlante con la discriminación, vulnerando un amplio consenso social y perjudicando la cohesión y la justicia social.

Y no podemos olvidar que la debilidad se agrava por la actual variante de la globalización. La movilidad de la gente, la evolución socio-demográfica y la digitalización de la vida han marcado nuevos retos a la revitalización del euskara. Una de las consecuencias de la globalización es que los poderosos se hacen aún más poderosos en todas sus dimensión políticas, económicas y sociales, y las relaciones de poder entre las lenguas y las comunidades de hablantes no están exentas de esa dinámica. En resumen, la actual variante homogeneizadora de la globalización hace que las lenguas hegemónicas sean aún más hegemónicas, y las lenguas minorizadas aún más vulnerables.

Teniendo en cuenta todo ello, nos hemos visto obligados a declarar que estamos en una emergencia lingüística. Es decir, si no se toman en el corto plazo las medidas adecuadas para revertir las tendencias sociolingüísticas y los problemas estructurales vigentes, se provocará un retroceso. Y si no se dan avances firmes en las políticas lingüísticas, el euskara perderá vitalidad social en lugar de ganarla.

Hoy aquí, con motivo del Día Internacional del Euskara, reunidos en el Parque Cultural Martín Ugalde, tan significativo para el mundo de la cultura vasca, queremos reivindicar con fuerza que declarar que estamos en una situación de emergencia no es una llamada al lamento, y menos aún a la desesperación. Por el contrario, es el primer paso para emprender el camino de la emergencia a una nueva revitalización. Para poder iniciar un diagnóstico correcto, poner en el sentido adecuado el proceso de normalización y revitalización del euskara.

Esa es la voluntad de Euskalgintzaren Kontseilua de mostrar en esta declaración del Día del Euskara que estamos a tiempo de garantizar un futuro prolífico para el euskara y la comunidad vascoparlante. Tenemos la convicción de que el euskara es imprescindible para que el futuro sea próspero y habitable para todas las personas. Y, por lo tanto, seguiremos trabajando en impulsar y avanzar en el camino a una nueva revitalización.

Sabemos cuál es la primera tarea: situar la normalización y revitalización del euskara en el eje de la agenda política y social. Inevitablemente, para ello hacemos un llamamiento a las instituciones, a las autoridades y a los agentes políticos y sociales en general. Es una cuestión política de primer orden, urgente, y hay que abordarla con decisión.

Al mismo tiempo, quienes componemos Euskalgintzaren Kontseilua reiteramos nuestro compromiso adquirido tras la manifestación del pasado 4 de noviembre: la responsabilidad de encauzar un acuerdo socio-político para avanzar en la normalización del euskara. En la elaboración de un pacto social que impulse el camino de la situación de emergencia a la revitalización.

En 2021 sembramos el germen de este acuerdo gracias a la dinámica Batuz Aldatu, firmado por más de 110 agentes sociales de toda Euskal Herria, al definir los dos pilares imprescindibles para la plena normalización: el compromiso a favor de la universalización del conocimiento del euskara, y el impulso de espacios para el uso cómodo de la lengua. Una de las principales funciones de Kontseilua en este 2024ha sido profundizar en esta vía de acuerdo, con la ayuda del Grupo Promotor surgido de la dinámica Batuz Aldatu, con el objetivo de dar más concreción a los mencionados dos pilares de las políticas lingüísticas. El resultado de este trabajo se socializará en 2025. Venimos a aportar.

Precisamente, estamos convencidos de que 2025 será un año importante para el euskara y para la comunidad vascoparlante, ya que vamos a emprender un nuevo camino de emergencia a una nueva revitalización. En este sentido, acabamos de hacer un llamamiento firme a instituciones, autoridades y agentes políticos y sociales. Asimismo, los miembros de Kontseilua hemos expresado nuestra voluntad y compromiso. Pero este recorrido necesita a toda la ciudadanía; a todas las personas que están a favor del euskara, de la igualdad lingüística y, fundamentalmente, la justicia social, en la cohesión social y en la convivencia.

Por ello, invitamos a la ciudadanía a formar parte de este proceso. Todas y todos podemos aportar. Por ejemplo, usando y facilitando el uso del euskara en el día a día, dando el paso de ir a los euskaltegis o animando a las personas de nuestro alrededor, ofreciendo euskara a la nueva ciudadanía vasca, recurriendo al Teléfono del Euskara o al Observatorio de Derechos Lingüísticos ante las vulneraciones de los derechos lingüísticos, acercándonos al universo de la cultura vasca en la Feria de Durango que está a punto de comenzar… En definitiva, viviendo en euskara, y dando la oportunidad de vivir en euskara. Pero, además de esas acciones cotidianas, en 2025 habrá oportunidades para hacer la aportación conjunta a través del tejido social: en primavera llegará Euskaraldia. Y en el paso de recorrer el camino de la emergencia a una nueva revitalización a través de un nuevo acuerdo socio-político, también habrá invitaciones a la movilización social. Propuestas para sujetarnos de mano en mano y de brazo en brazo. Repetimos, que este proceso necesita a todos y a todas, y que cualquiera puede aportar.

Hablando de aportaciones, y como tenemos hoy aquí a representantes de artistas y profesionales de la cultura vasca, queremos hacer hincapié en su trabajo, el riesgo de la precariedad que asumen, y que nos ofrecen el universo para poder vivir en euskara. La consolidación de esta base será una de las claves para pasar de la situación de emergencia a la revitalización.

Por último, para diciembre de 2025, en el contexto del Día del Euskara, convocaremos una gran movilización social. Será el resultado de un proceso, y el punto de partida de un nuevo ciclo. No es un reto fácil, pero tenemos la esperanza y el compromiso necesarios. En los próximos meses acordaremos y anunciaremos la forma de esta movilización.

Por lo tanto, vamos a ponernos vestidos de esperanza e iniciativa de cara al futuro. Estamos a tiempo. Avancemos de la emergencia a una nueva revitalización. Mano a mano, y agarrados de los brazos. Queremos vivir en euskara y viviremos en euskara. ¡El futuro, en euskara!

Martin Ugalde Kultur Parkea
30 de noviembre de 2024