La generalización del conocimiento del euskara, norte del nuevo acuerdo

26/01/2024 Por

Euskalgintzaren Kontseilua ha presentado hoy en Donostia-San Sebastián el informe Urteko irakurketa eta ondorioak 2023 (Lectura anual y conclusiones para el año 2023) ante una amplia representación institucional, política, sindical y social. En ella, la entidad que agrupa a los principales agentes sociales a favor del euskara, ha analizado la actuación de 2023 en la normalización del euskara y en el ámbito de las políticas lingüísticas y ha presentado los retos y la hoja de ruta para 2024.

Hoja de ruta para el nuevo año

En primer lugar, Idurre Eskisabel ha enumerado las principales tareas que preveía Kontseilua a principios del año pasado para avanzar en la revitalización del euskara: por un lado, poner la barrera a la ofensiva contra la normalización del euskara que ya se preveía más agresiva. Por otro lado, dar un salto en las políticas lingüísticas para afrontar los enormes retos de la revitalización del euskara de cara al futuro. La secretaria general de Kontseilua ha puesto el acento en este último.

Además de la previsión de las tareas, ha señalado que Kontseilua definió el principal instrumento de trabajo: la búsqueda del consenso. «El consenso social elaborado en la dinámica Batuz Aldatu, puesta en marcha en 2021, tiene como objetivo construir un fuerte consenso sociopolítico sobre la cuestión lingüística y la normalización del euskara», ha dicho Eskisabel.

En este sentido, ha considerado una buena noticia que se haya abierto la puerta a la oficialidad del euskara, junto con al catalán y al gallego, en la Unión Europea: «La normalización y revitalización de una lengua minorizada nace de ofrecer a los hablantes de esa lengua derechos y protección jurídica en su ámbito territorial. El reconocimiento de la oficialidad no es en sí mismo un instrumento que supera automáticamente la situación de minorización, pero sin ello es muy difícil llegar a una verdadera normalización», ha explicado. Es por ello que representantes de Kontseilua comparecieron en Bruselas junto a los agentes de las demás lenguas propias pidiendo a los Estados miembros de la Unión que apuesten por la igualdad lingüística. Lamentablemente, con la excusa de los argumentos técnicos, el Consejo de la UE ha ido retrasando la decisión y difuminando las posibilidades. Asimismo, ha mencionado la paradoja de la oficialidad, ya que, mientras se abre la posibilidad de oficialidad en Europa, en gran parte de Euskal Herria el euskara no tiene aún reconocimiento de ese estatus, como es el caso de gran parte de Navarra y en Iparralde.

En políticas lingüísticas, sin poder dar el salto

A continuación, Idurre Eskisabel ha realizado un análisis de cada territorio, destacando que todavía estamos lejos de dar el salto en materia de políticas lingüísticas de cara al futuro. En el caso de la Comunidad Autónoma Vasca, el Plan de Acción para la Promoción del Euskara (ESEP) que establecerá el marco estratégico del Gobierno Vasco para los próximos 10 años está en proceso de aprobación, y el Decreto que regulará la normalización del euskara en el sector público está en su recta final. Eskisabel ha señalado que Kontseilua ve aspectos de interés en la última versión publicada del decreto, como la extensión del ámbito de influencia a toda la administración, aunque no entrará en vigor en la Justicia y la Ertzaintza hasta 2033, así como abrir las puertas a que los procesos selectivos se realicen en euskara. Por el contrario, ha denunciado la caída de algunos elementos que se aprobaron en el borrador inicial, como la eliminación de la exención para mayores de 45 años. Además, ha citado otros elementos a mejorar: el establecimiento de un plazo de euskaldunización administrativa, la necesidad de superar el esquema de índices de preceptividad, la falta de medidas y recursos para euskaldunizar la administración…

En cuanto a Navarra, Kontseilua señala que el año pasado el Consejo Navarro del Euskara votó y aprobó la última propuesta del Plan Estratégico, pero que, a continuación, el Gobierno de Navarra lo metió en una caja y lo bloqueó. En cuanto a la normativa, todavía no se ha publicado el Decreto de Méritos para valorar el conocimiento del euskara en la administración. Un año más de retraso, mientras que en cientos de puestos de trabajo no se ha reconocido el conocimiento del euskara. Además, si se tienen en cuenta las últimas noticias sobre el decreto, el euskara sólo se considerará mérito en determinados puestos de trabajo de la zona mixta, lo que tendrá un impacto muy reducido.

En Iparralde, Euskal Konfederazioa ha solicitado a Euskararen Erakunde Publikoa (EEP) una nueva política lingüística que alcance la proporción del 30% de euskaldunes para 2050, es decir, la proporción para garantizar la supervivencia del euskara. Asimismo, han pedido conseguir la denominación territorial de experimentación para la recuperación lingüística de Ipar Euskal Herria hasta que se modifique el artículo 2 de la Constitución francesa y se alcance la oficialidad del euskara.

Educación: perdiendo oportunidades

La educación es una de las principales herramientas para la normalización y revitalización del euskara. Idurre Eskisabel ha subrayado que, desgraciadamente, se está perdiendo la oportunidad sin la legislación ni los recursos adecuados. El Parlamento Vasco aprobó el pasado 21 de diciembre la nueva Ley de Educación de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, y, por desgracia, para Kontseilua no será una ley que dé un paso firme para garantizar la universalización del conocimiento del euskara en las generaciones futuras. De hecho, junto a los agentes de la comunidad educativa y la mayoría sindical, se propuso generalizar el modelo con el euskara como lengua vehicular. Por el contrario, la última versión de la ley recoge el mantenimiento de los modelos lingüísticos obsoletos y segregadores actuales.

En Navarra, el Departamento de Educación sigue frenando la difusión del euskara. Un ejemplo significativo de ello es la apertura de un nuevo centro público en el barrio pamplonés de Lezkairu sin modelo D, pero también el fortalecimiento de los modelos PAI, los obstáculos y trabas burocráticas para abrir líneas en euskara, indicando a las familias que acaban de llegar que los modelos en euskara no son adecuados para ellos, etc.

En Iparralde, la imposibilidad de realizar los exámenes en euskara en pleno 2024 es una muestra de la situación. La movilización de padres, madres, profesores y alumnado permitió abrir las puertas a la posibilidad de hacer el examen de la brevet (diploma) en euskara, pero poco después el Estado francés ha vuelto a retroceder. Asimismo, se ha abierto el colegio Kattalin Elizalde, el segundo en Lapurdi, pero quieren obligar a cerrar la ikastola Beskoitze. En la enseñanza pública, en cambio, hay dificultades para introducir la inmersión y el 68% de los niños y niñas de todo el territorio no reciben euskara en el sistema educativo.

Ofensiva judicial y iniciativ popular

En el año 2023 se ha producido la intensificación de sentencias contra la normalización del euskara en diferentes ámbitos. Desde sentencias que han cuestionado la solicitud de conocimiento del euskara a trabajadores de la Administración Pública, contraponiendo los derechos lingüísticos y laborales, hasta la derogación parcial de la Ley Municipal y de su decreto de desarrollo que otorgaba a los ayuntamientos de la CAV el amparo legal para el funcionamiento en euskara. Lejos de ser sentencias aisladas, Kontseilua advirtió de que forma parte de una tendencia del poder judicial, una ofensiva que está desmantelando los instrumentos para hacer políticas lingüísticas a favor del euskara. La política lingüística, que debería ser una cuestión social y política, se ha judicializado. Bajo el pretexto de que la principal lengua del Estado es el castellano, han provocado retrocesos en la normalización del euskara usando como argumento “la ruptura del equilibrio lingüístico» y que las medidas han ido «demasiado lejos».

Sin embargo, Kontseilua considera que se ha sabido articular una respuesta unitaria por la vía del consenso: la rueda de prensa celebrada en mayo con representantes de los agentes del mundo del euskara y de los diferentes agentes, la comparecencia de alcaldes y cargos electos, así como iniciativas organizadas por agentes culturales, sindicatos, agentes internacionales y euskaltzales locales. La manifestación del 4 de noviembre fue más multitudinaria de lo previsto, con decenas de miles de personas reunidas en las calles de Bilbao. Tras la manifestación, Kontseilua subrayó que gestionaría con gran responsabilidad ese acuerdo y presentó el Protocolo de articulación de respuestas locales.

Kontseilua también reivindicó la necesidad de un nuevo consenso sociopolítico para dar un salto en las políticas lingüísticas a favor del euskara. La secretaria general de Kontseilua ha subrayado que la normalización del euskara no se limita a las relaciones con la administración, sino que es una cuestión que corresponde a toda la sociedad, en la medida en que se trata de una lengua propia y oficial en situación vulnerable y minorizada.

La universalización del conocimiento, un compromiso cívico

En este sentido, Euskalgintzaren Kontseilua considera que impulsar la universalización del conocimiento –conseguir que todos los ciudadanos logren la capacidad para entender y hablar euskara– es el núcleo del nuevo acuerdo sociopolítico que necesita la normalización y revitalización del euskara de cara al futuro. «Esa es la columna vertebral del nuevo acuerdo sociopolítico que buscará Kontseilua en los próximos meses: compromiso cívico con la universalización del conocimiento del euskara. Porque es un elemento imprescindible, no sólo para la normalización del euskara, sino también para la cohesión social. En definitiva, para profundizar en la justicia social, la convivencia y la democratización», ha dicho Idurre Eskisabel.

Por último, han recordado las diferentes movilizaciones e iniciativas que se han llevado a cabo a lo largo de 2023, las recogidas de firmas, el congreso de Topagunea y el Gogoetagunea de Euskaltzaindia. Asimismo, han presentado la 23ª edición de KORRIKA, que se celebrará en marzo de 2024, y han recordado a Xabier Mendiguren Bereziartu, quien fuera primer secretario general de Kontseilua.